sábado, 26 de febrero de 2011

Imagen triste #5

Cuando, después de haber pasado media hora poniéndolas una por una, la máquina del colectivo decide no tomarte ninguna de las moneditas de 10 centavos y las deja caer.

5 comentarios:

sofía dijo...

O cuando, después de haber puesto todas esas fucking moneditas, te das cuenta que te faltan 5 centavos y te ponés a buscar apurado como un pelotudo mientras todos te miran con cara de orto.

Jof dijo...

Jueves pensa que es como en el bingo que las maquinitas te tiran monedas, es para ponerte contenta...
Sofia es verdad, a veces pasa eso... pero yo estoy del otro lado... se que a veces no hay tiempo de preparar las monedas, se que a veces no hay monedas de mas... pero en terminos generales, se puede ser un poco mas precavido...
Es posible tener un par de monedas mas a mano por si la puta maquina se le canto tomarte una de 10 centavos por 5 centavos y no tenerlas que buscar como si fuera un fosil de dinosaurio en el medio del desierto de Sahara?
Es posible no pelearse con el colectivero por este tema?, no tiene la culpa y todos nos atrazamos al pedo... que nos hacen 10 centavos mas...
Yo muchaaass veces aporto para el boleto del que tengo adelante para agilizar el viaje...
Nunca te paso estar 20 cuadras esperando para sacar el boleto adelante de uno que no encuentra las monedas y encima jode porque la maquina le tomo una moneda de 10 como de 5 centavos???
No jodamos, lo queres tirar por el parabrisas!!!

Jueves dijo...

es cierto, para esos casos siempre tengo como 50 centavos de mas en el bolsillo. pasa que a veces a las monedas se les da por mandarse bien hasta el fondo y no las encontrás más.
y eso de aportar para el que tiene problemas delante mío también. sobre todo si es la quinta vez que no puede sacar el boletito...

Jof dijo...

clarooo pasa y por lo menos ami muy seguido.... Es darle una moneda al que esta luchando con la maquina, matarlo y tirarlo por el parabrisas o viajar al lado del colectivero todo el camino...

Jueves dijo...

además, trato de hacerlo en eterno agradecimiento a una vieja que, salida de la nada, me donó 50 centavos...