El Tren de la Alegría. Pero no cualquiera, sino el que pasa por mi barrio.
Vivo (casi) en medio de la nada, lejos de cualquier plaza o lugar de recreación para niños, lo cual está bien para muchas cosas, pero no para un trencito de la alegría.
Este transporte de la tortura pasa una vez cada verano, en el día más caluroso del año, en el horario ubicado entre las tres y las cinco PE EME. Sí, así de copados son.
Hasta ahí podría decirse solamente que son unos sádicos de mierda, pero la parte realmente triste es que, de dos vagones, sólo medio está ocupado por niños con cara de aburridos Y NO TIENEN NI UN SOLO HOMBRE ARAÑA O PANTERA ROSA QUE LOS ANIME!!!!
Me rompen el corazón...
No hay comentarios:
Publicar un comentario